En tiempos de alta demanda por cobre, crisis de oferta y un ciclo de precios al alza, obtener mineral a partir del tratamiento de relaves se está convirtiendo en una interesante alternativa no solo para las firmas mineras, sino también para inversionistas de capital de riesgo. En ese marco, MVC lleva 28 años tratando a gran escala estos depósitos, exhibiendo una experiencia que podría replicarse en otras partes del mundo.
Con las metas de descarbonización y la creciente electromovilidad, el mundo entero está demandado cobre en cantidades nunca antes vistas. Un fenómeno que tiene el precio del metal disparado y que, según los expertos, se mantendrá al alza mientras no se produzca un crecimiento en la oferta. Según un informe sobre el metal rojo elaborado por Goldman Sachs, se necesitan de dos a cuatro años para levantar proyectos extractivos en áreas industriales abandonadas (expansión de minas existentes) y hasta ocho años para levantar proyectos nuevos; y al menos en el corto y mediano plazo, nada de eso se vislumbra en Chile y el mundo. Tanto así, que para el año 2030 se pronostica una brecha de suministro de 8,2 millones de toneladas.
¿Cómo disminuir la brecha? Una alternativa que está tomando fuerza es obtener cobre a partir del tratamiento de relaves.
En Chile, la empresa MVC, soluciones integrales en relaves, lleva 28 años recuperando cobre y molibdeno desde los relaves frescos y antiguos de la División El Teniente de Codelco, una operación única en el mundo que cada año aporta alrededor de 28 mil toneladas de cobre y 1,7 millones de libras de molibdeno a la producción nacional, y que representa ni más ni menos que el 7% del total de cobre producido por la cuprífera de la VI Región.
Esta experiencia bien podría replicarse en todo Chile, aprovechando la enorme cantidad de tranques de relaves que hay en territorio nacional y el ciclo alcista del precio. Según el último catastro elaborado por Sernageomin (2018), son 740 los depósitos de relaves que existen en Chile. De ellos, 170 se encuentran abandonados, 101 activos y 469 inactivos. Con todo, se estima que hay más de 16.000 millones de toneladas de relaves dispuestas en la superficie continental, cifra que seguirá creciendo en razón de 800 millones de toneladas por año.
‘Además de ser una alternativa interesante de evaluar en estos tiempos de escasez de mineral, alta demanda y buenos precios, obtener cobre a partir de tratamiento de relaves presenta varias otras externalidades positivas. De partida, tiene un costo mucho menor que la minería extractiva tradicional, un riesgo considerablemente más bajo y tiempos de ejecución mucho menores. Si para una explotación tradicional se necesitan de ocho a diez años, armar la infraestructura para tratar relaves, no toma más de dos o tres. Y es que gran cantidad de los tranques antiguos que hay en nuestro país -que de seguro tienen leyes de mineral mucho más altas que las actuales-, tienen registros históricos de llenado, que solo necesitan ser corroborados con sondajes simples para generar planes de producción’, asegura Christian Cáceres, gerente general de MVC.
Y los beneficios no terminan ahí. Tratar relaves también ayuda a remediar pasivos ambientales, mejora las condiciones de depositación de los descartes mineros, disminuye el riesgo de accidentes, ayuda a mejorar la relación con las comunidades vecinas y genera empleo, recursos e impuestos para el país. Christian Cáceres suma otra ventaja: ‘El tratamiento permitiría re-depositar los desechos de acuerdo a las nuevas normativas medioambientales, algo nada menor considerando que muchos de estos tranques fueron construidos cuando éstas no existían’.
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